Report for America corps member
Northern Public Radio
April 25, 2023
DEKALB, ILL — En los centros de crisis especializadas en la violencia doméstica, frecuentemente es el personal latino el que está más involucrado cuando estas organizaciones buscan relacionarse con las sobrevivientes de la comunidad latina.
Sandy Morales es una coordinadora voluntaria en Safe Passage, el centro de crisis para las sobrevivientes de la violencia de género en DeKalb.
Su trabajo consiste en recultar a voluntarios y guiarlos por 60 horas de entrenamiento para las intervenciones de crisis para los asaltos violentos y sexuales.
Fuera de estas responsabilidades, de vez en cuando asume las responsabilidades del personal hispanohablante en el centro.
Morales dice que cuando comenzó hace dos años, sólo había dos miembros del personal que eran bilingües y biculturales. Hoy en día hay seis, pero dice que no siempre son suficientes.
“Hay pocos de nosotros que hablamos español o que son bilingües,” dice Morales. “Pero a veces es realmente difícil para nosotros cubrir la demanda de las personas que buscan nuestros servicios pero que realmente no hablan inglés.”
Bajo el título VI de la Ley de Derechos Civiles, se requiere que las organizaciones que reciban fondos federales dediquen suficientes recursos para evitar que la lengua sea un obstáculo para recibir los servicios que las sobrevivientes necesitan.
Esto incluye Safe Passage.
Para Morales esto significa que todavía está involucrada en el departamento legal, donde antes era una defensora legal. No había sido reemplazada por otra defensora latina bilingüe, así que sus habilidades lingúísticas todavía está en demanda.
“Todavía me tocan muchos de estos clientes,” dijo. “Todos mis clientes anteriores son hispanohablantes, y todavía sigo sus casos, y voy a tribunales con ellos. Todavía me toca ir a los bufetes con ellos. En otras palabras, todavía tengo una presencia allí.”
Y Morales dijo que le encanta hacerlo.
Dijo que sus padres habían hecho muchos sacrificios para venir a EEUU. Ofrecer sus servicios a la comunidad es su manera de devolverles lo que hicieron por ella.
“Poder ayudar a mi comunidad es lo mejor,” dijo.
En Rockford, Tania Popoca es una consejera en Remedies Renewing Lives, un centro de crisis que sirve los condados de Winnebago y de Boone.
Popoca lleva cuatro años con la agencia. Ha sido testigo de un aumento en el contrato del personal hispanoparlante pero dice que existe la necesidad de más.
Se da cuenta de que las clientas latinas tienen una conexión inmediata con las defensoras latinas.
“Si se llama cultura, si es simplemente sentirse a gusto al hablar su propia lengua,” dice Popoca “al comprender y conocer su pasado, es una gran diferencia.”
Popoca dice que al establecer vínculos con los sobrevivientes ayuda a crecer la confianza.
Y es la clave para ayudar a las sobrevivientes a superar su miedo y ser receptivas a recibir servicios, como una estancia en un refugio de emergencias.
“A veces llegar a un refugio puede causar miedo,” dijo. “Pero necesitan comprender que tenemos ciertas políticas y prácticas para protegerlas y para brindarles un lugar seguro.”
Popoca dice que le importa ayudar a los demás, pero también establece límites para manejar los pedidos para sus talentos bilingües.
“Porque sí no,” dijo Popoca, “será tan fácil para alguien más decir, “Tengo un cliente hispanoparlante. Aquí está y te toca a ti.”
Dijo que en algunos casos es necesario recordar al personal de la línea de traducción. El personal puede ponerse en contacto con un traductor.
Y aun así, dijo, que si hay una cliente hispanoparlante en una crisis, ella se involucra.
“La mejor solución será que otro empleado hispanohablante le hable,” dijo, “porque si una cliente está alterada, no van a esperar hasta que encuentren a un intérprete por teléfono.”
Como directora principal del entrenamiento en Esperanza United, Paula Gomez Stordy ayuda a organizaciones a proveer mejores servicios a la comunidad latina. Esperanza United es un centro federal de recursos que ayuda a los centros de crisis por todo el país a mejorar su alcance y cuidar a la comunidad latina.
Principalmente, ayuda a los centros de crisis a implementar los planes de acceso lingüístico para que la lengua no sea un obstáculo al cuidado, como se requiere bajo el Acto de Derechos Civiles.
Esto puede requerir que las organizaciones contraten más personal bilingüe y bicultural y adopten el uso de una línea telefónica de traducción.
“Así que uno puede tener esta información importante para las sobrevivientes, con excelentes defensores, y un personal sobresaliente,” dijo “pero si no hablan la lengua o no entienden diferencias culturales, muchos individuos no reciben el apoyo que necesitan. No reciben los servicios.”
Dice que el personal adecuado ayuda a las sobrevivientes, sobre todo para la comunidad inmigrante cuyas circunstancias pueden ser diferentes de otros grupos.
“Así que se siente sin poder en su relación,” dijo. “También se sienten sin poder porque acaban de llegar al país, no entienden la lengua, no entiende los sistmas, no saben como manejar los sistemas existentes.”
A pesar de los obstáculos que enfrentan, Gomez Stordy dice que las sobrevivientes son muy valientes para superar su aislamiento y expresarse. “Las sobrevivientes,” dijo “son muy resistentes y creativas.”
Como resultado, es aún más importante que, cuando vienen al centro, haya alguien que entienda su cultura y su lengua.
Stordy dice que Esperanza United dará casi 12 millones de dólares en fondos durante los próximos años para respaldar a las organizaciones que se enfocan en servir a los latinos para así servir mejor a las sobrevivientes de la violencia de género.
Para más información sobre los servicios para la violencia doméstica, llame al 800-799-7233.
Este artículo forma parte de “Más que Palabras” una iniciativa de Report for America en la que redacciones que cubren las comunidades latinas en ocho estados unieron fuerzas para analizar el impacto de las barreras de lenguaje en el avance social, económico y educativo de los latinos y los esfuerzos a nivel local por cerrar esta brecha.